El Toboso, la cuna de Dulcinea
Cuando me decidí a realizar la Ruta del Quijote, desconocía completamente lo que iba a encontrar. Pero en mi primera parada quedé maravilla: El Toboso. Cómo un pueblo tan pequeño puede encerrar tanta historia literaria y tanto encanto.
Este pueblo se encuentra en Castilla La Mancha, y en él vivió Ana Martínez Zarco de Morales, quién inspiró a Cervantes para crear el personaje de Dulcinea.
«Se cree, que en un lugar cerca del suyo había una moza labradora de muy buen parecer, de quien él un tiempo anduvo enamorado, aunque, según se entiende, ella jamás lo supo ni le dio cuenta de ello.»
«Llamábase Aldonza Lorenzo, y a ésta le pareció ser bien darle título de señora de sus pensamientos; y, buscándole nombre que no desdijese mucho del suyo y que tirase y se encaminase al de princesa y gran señora, vino a llamarla 'Dulcinea del Toboso' porque era natural del Toboso: nombre, a su parecer, músico, peregrino y significativo, como todos los demás que a él y a sus cosas había puesto.»
Don Quijote - Miguel de Cervantes
Es un pueblo pequeño, como comentaba, pero lleno de paz y de encanto. Se respira mucha tranquilidad recorriendo sus calles y además podemos ir viendo inscripciones de fragmentos del Capítulo IX de El Quijote, en el que Don Quijote y Sancho describen las calles del Toboso en la búsqueda de Dulcinea.
Os recomiendo no dejar de visitar la plaza del ayuntamiento, el Museo Cervantino, la Iglesia Parroquial, la plaza Juan Carlos I, la Glorieta a García Sanchís (un rincón lleno de paz en el que vale la pena detenerse unos minutos a escuchar el silencio y los pájaros) y la Casa - Museo de Dulcinea.
Y por supuesto, no podéis abandonar el Toboso sin inmortalizaros con Dulcinea y Don Quijote en la plaza Juan Carlos I.
Si coméis en El Toboso, "La Noria de Dulcinea" no os dejará indiferente. Al ladito de la Casa-Museo de Dulcinea, con platos típicos y un patio exterior donde se está muy a gusto.
Como el pueblo es muy pequeño, es mejor dejar el coche fuera del centro y acceder andando, por ejemplo por la zona del Convento de las Trinitarias, al lado de la plaza del Ayuntamiento, para desde ahí iniciar el recorrido hacia el centro. De camino, encontraréis la Oficina de Turismo, donde os atenderán muy amablemente. Además, es una de las cuatro oficinas de turismo que forman parte de la iniciativa País del Quijote. Recibiréis un cuaderno con información de los diferentes puntos de la Ruta del Quijote muy útil y con el que, recogiendo el cuño de las diferentes oficinas, se recibe una acreditación con el título de Dulcinea o Caballero Andante firmado por Cervantes.
Lo dicho, no perdáis la oportunidad de hacer una parada en este pueblecito que no lleva más que un par de horas y os dejará muy buen sabor de boca.
Comentarios