La Huerta de Alboraia, Valencia.

Este fin de semana hemos tenido la oportunidad de visitar la Huerta valenciana. Tan cerca y a la vez, tan desconocida para los que vivimos en esta ciudad.
Para ello, han sido de gran utilidad las rutas que ha elaborado el Ayuntamiento de Alboraia. Se pueden consultar  y descargar en su web, con toda la información necesaria e incluso con los carteles del recorrido. Esto último es bastante útil en algunos puntos donde los carteles, por desuso y mala educación de la gente, son imposibles de leer.



Los carteles y las indicaciones no están en sus mejores condiciones, pero el recorrido es perfecto para dar un paseo o recorrerlo en bici y ver un paisaje diferente a tan solo dos pasos de Valencia. Es llano en todo momento, muy fácil de recorrer. Y si vais con niños, vuestra única preocupación va a ser que se quieran meter en la acequia o en el campo.

El ayuntamiento ha elaborado 6 rutas de 2km cada una aproximadamente, que recorren diferentes puntos. Nosotros hicimos un mix de las 6 que nos ocupó 6 horas a un paso normal y con parada a comer, diferenciando 3 etapas: la huerta (Camí de les Palmeres), el pueblo (Partida dels Desamparats) y el barranco (Barranc del Carraixet + Camí del Gaiato)

La ruta se inicia desde el Paseig d'Aragó, a la altura de la Avenida de Ausias Marcha. Junto al carril bici, podemos ver el cartel que indica el inicio de la ruta. Durante esta primera etapa se pueden divisar las edificaciones típicas de la huerta valenciana: antiguas alquerías y barracas que están bastante bien conservadas; y secaderos de calabazas y chufas.


El camino transcurre junto a las acequias de riego de los campos colindantes. Podemos ver campos de chufa, alcachofa, lechuga, calabazas, patatas.... y algunos árboles frutales. Así como ver de cerca los motores encargados de dirigir el agua de las acequias.

La segunda parte de la ruta, se adentra un poco en el pueblo, en una de las calles más bonitas de la localidad, la calle de San Cristobal. Y al final de la misma, se llega al camino del cementerio que recorre algunos campos hasta llegar al Barranc del Carraixet.

El Barranc del Carraixet es muy agradable de recorrer. Se pueden ver desde el camino algunas de las aves que viven en él: coll-verd, garzas, pollas de agua.... Y a su vez, disfrutar de la brisa marina que nos llega de la desembocadura al mar. A mitad camino, la barraca más antigua de la localidad se hace la dueña del paisaje que recorremos.



Al final del camino, pasando por el túnel que cruza la V-21, llegamos hasta la Ermita dels Peixets. Nosotros decidimos hacer aquí nuestra parada para comer. Llevamos nuestro picnic y comimos la mar de a gusto bajo la sombra de los arboles y en las mesas del merendero que hay junto a la ermita.

Esta ermita tiene un encanto particular, se encuentra en perfecto estado y la zona está limpia y habilitada de bancos y papeleras. Además, encierra una de las leyendas de la localidad. Se trata del Milagro del Peixets. Cuentan que el cura de Alboraia, tratando de llevar el viático a un moro converso que vivía en Almácera, tuvo que cruzar el barranco de Carraixet cuando se vio sorprendido por un torrente de agua y el coborrio con la comunión le cayó al agua. El milagro se produjo cuando tres peces emergieron con las sagradas formas, depositándolas en el cáliz que llevaba el sacerdote. En la puerta de la ermita se puede ver la representación del milagro.



Tras descansar un ratito y aprovechar la sombra para recuperar fuerzas, iniciamos el último tramo del recorrido y el que más nos decepcionó.  La barraca didáctica que comentan en la web del ayuntamiento debe de estar en desuso o nosotros no fuimos capaces de encontrarla. Y recorriendo el Camí del Gaiato pudimos ver más variedad de campos pero también muchos invernaderos que, según la ruta, se usan para plantas ornamentales, pero que nos los encontramos abandonados y en muy malas condiciones.

No obstante, el paseo y el paisaje es agradable. Y la paz y la tranquilidad del lugar, es casi impensable. Lo que ayudó a no quedarnos con un mal sabor de boca a última hora.

El trayecto finaliza en la carretera del Camí de les Vinyes, y a tan solo unos metros se encuentra la Horchateria Vida. Está emplazada en medio de la huerta, en una alquería familiar de finales del siglo XIX , ofreciendo un entorno tranquilo para tomarse una horchata en familia y llevarse a casa hortalizas recién cogidas del campo. ¿Puede haber una mejor alternativa para terminar el día en la huerta? Os lo recomiendo al 100%, está espectacular.

Un día diferente, tranquilo y conociendo uno de los tesoros de Valencia, tan imprescindible como recorrer la ciudad.



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