¡Qué no se nos escape la vida!

Ayer conocí a una persona que ha estado entre la vida y la muerte, de verdad. Una de esas personas que se ha replanteado la vida después de ver que se terminaba. Y de las que te hacen replantearte la tuya.

Llevaba tiempo preguntándome hacia dónde me quería dirigir, y esta última temporada el agotamiento y el estrés solo me recuerda la necesidad y obligatoriedad de cambiar de dirección. Él, creo que es mi ultimatum. Es mi momento de parar, reorientar, y relajar mi vida. No hay más tiempo porque estoy viviendo en el extremo de las posibilidades. Ocupo el 100% de mi tiempo, incluso más, pues reduzco las horas de sueño al máximo y mi cabeza va a 200 por hora.

Si tu eres como yo, que andas de un sitio a otro, siempre dando de ti más de lo que eres capaz de darte a ti mismo, persiguiendo la optimización de la vida... Quiero convencerte de que hay que frenar, que la vida no consiste en correr sino en disfrutar cada segundo paseando y devorando cada cosa que pasa. Que nos han engañado diciéndonos como tenemos que ser y que tenemos que hacer, nos han implantado un sistema que nos ahoga y en el que no somos capaces de encontrar tiempo para no hacer nada y disfrutar de no hacer nada.

Frenemos esta corriente de pollos sin cabeza, como diría Víctor Küppers, a quien admiro y recomiendo que conozcáis. ¡Paremos el modo automático! ¡Se nos pasa la vida intentando alcanzar lo que nos permita vivir! Y la vida es HOY!

Hoy comienza mi cuenta atrás para #midíacero , el lunes comienza el cambio de sentido. ¿Te animas?

Comentarios

Entradas populares