¡Exprime la vida!


Acontecimientos como los de la semana pasada en Barcelona me recordaron algo que interioricé no hace mucho tiempo, "exprimir la vida al máximo".

Y uso el verbo "interiorizar" en lugar de "aprender" porque aunque era algo que leía millones de veces, que incluso aconsejaba, era algo que no aplicaba. Hasta que un buen día, mi vida cambió de la forma más tonta de un día para otro. Cosas, momentos, acciones o personas de las que había disfrutado durante los últimos años desaparecían de pronto. Se abrían las puertas hacía un nuevo camino, nuevas cosas y nuevas vivencias, pero en ese instante ya comenzaba a añorar aquello que iba a desaparecer de mi vida.

Pude desprenderme de la añoranza y de la tristeza en el momento en que supe que tenía que dar gracias por haberlo vivido y tenido hasta ese día, y que terminar esa etapa suponía que llegarían nuevas cosas y mejores.

Ese día interioricé que ya no habían escusas para no vivir al máximo cada instante, exprimir cada persona, o hacer uso de cada cosa... Había que vivir como si fuera siempre el último día de tu vida, porque tu vida podía cambiar de un día para otro. Y no necesariamente por la muerte de por medio como muchas veces solemos pensar o relacionar... A veces una sencilla decisión sobre nuestro empleo, familia, pareja... Conlleva un cambio de 360° que desconocemos donde nos llevará.

Vivir cada día con esta mentalidad me hace vivir más feliz, más alegre y me hace sentir más afortunada. Me hace valorar lo que tengo y las personas de las que me rodeo. Me hace sonreír con cada detalle y me siento plena de saber que aunque mañana termine, lo habré vivido al máximo.

Exprimir cada segundo, porque cada segundo es vida.

Comentarios

Entradas populares